Trescientos setenta y seis años de coloniaje no podían hacer otra cosa que desembocar en el 10 de Octubre de 1868, fecha en la cual se proclama la independencia de Cuba. En el ingenio Demajagua, a escasos 15 kilómetros de la ciudad de Manzanillo, Carlos M. de Céspedes -Padre de la Patria-, proclamó la independencia y libertó a sus esclavos consagrando por esta vía, en la jurisdicción manzanillera, el Altar de la Patria.